El merchandising: una súper publicidad para tu marca

Cuando pensamos en hacer crecer una marca, enseguida nos vienen a la cabeza las redes sociales, las campañas publicitarias o las colaboraciones. Pero hay una herramienta poderosa que a menudo se subestima, sobre todo entre pequeñas marcas y emprendedores: el merchandising.

Camisetas, tazas, adhesivos, tote bags… no son solo productos: son pequeñas piezas de comunicación que llevan tu marca mucho más lejos de lo que imaginas.

¿Qué es exactamente el merchandising?

El merchandising es la creación y venta (o regalo) de productos personalizados con tu marca o identidad visual. Estos objetos sirven tanto para hacer publicidad como para generar sentimiento de comunidad o lealtad entre tu público. Además, pueden convertirse en una fuente de ingresos adicional.

Y no, no hace falta ser una multinacional para hacerlo funcionar. Tanto si tienes una cafetería como si eres un bar o un creador de contenido, el merchandising puede reforzar tu marca y hacerla más memorable.

 

El concepto moderno de merchandising comercial se popularizó gracias al mánager del famoso cantante Elvis Presley. Su representante, el Coronel Tom Parker, fue de los primeros en ver el potencial de vender productos con la cara de Elvis: chapas, pósters, figuras… Incluso tuvo la idea provocadora de vender productos “I hate Elvis” para sacar provecho de los detractores. El mensaje era claro: cualquier excusa era buena para hacer marca y negocio.

Hoy en día, uno de los grandes reyes del merchandising es Pokémon. Aunque nació como un videojuego, la mayor parte de sus ingresos provienen de su merchandising: peluches, cartas coleccionables, ropa, material escolar… Una máquina de branding imparable.

Lidl ha ido mucho más allá de los pasillos de alimentación, convirtiéndose en un auténtico fenómeno de merchandising de moda y lifestyle. La marca lanzó en 2021 colecciones de ropa y accesorios (camisetas, sliders, bucket hats, chaquetas tipo shell…) que se hicieron virales, llegando a vender una camiseta cada pocos segundos y con precios de reventa de hasta 4.000 €.

Además, colabora con diseñadores para crear piezas singulares, como el “Croissant Bag”, un clásico de ventas masivas coincidiendo con la London Fashion Week. Recientemente ha lanzado charms inspirados en productos del supermercado (como croissants o una tetera con estampado de leopardo) que se agotan en minutos y aparecen en bolsos de celebridades e influencers.

Zapatos y calcetines oficiales de Lidl, la cadena de supermercados alemana presente en toda Europa.

¿Por qué deberías considerar el merchandising para tu marca?

Estos son algunos beneficios clave:

Publicidad gratuita en movimiento

Una camiseta con tu logotipo puede recorrer calles enteras sin que tú hagas nada: cada persona se convierte en un pequeño anuncio andante.

Fidelización de tu comunidad

Regalar o vender productos con tu imagen refuerza el vínculo emocional con quienes te siguen o te compran.

Diversificación de ingresos

Si tienes una marca personal o un negocio pequeño, puedes generar ingresos extra vendiendo productos útiles y atractivos.

Mayor visibilidad

El merchandising puede llegar a públicos nuevos que aún no te conocían pero conectan con la estética de tus productos.

¿Qué tipos de merchandising puedes crear?

Depende de tu público y tu presupuesto. Aquí tienes algunos ejemplos:

  • Productos textiles: camisetas, sudaderas, tote bags…

  • Objetos de uso diario: tazas, libretas, bolígrafos, adhesivos, botellas reutilizables…

  • Productos digitales: fondos de pantalla, stickers para apps de mensajería. Puedes generar un código QR para que la gente los descargue rápido y los comparta.

  • Pegatinas: un clásico económico, se pueden pegar en cantimploras, cascos, vehículos, libretas…

  • Ediciones limitadas o coleccionables: ideales para crear urgencia y exclusividad. Por ejemplo, colecciones especiales para Navidad, San Valentín, fiestas locales…

Puedes empezar con tiradas pequeñas a través de empresas especializadas o incluso producirlo tú mismo con serigrafía, estampación u otras técnicas que trataré más adelante en el blog.

Mi consejo como diseñadora

Sea cual sea tu tipo de negocio —una peluquería, un bar de barrio o una galería de arte— puedes crear merchandising sin perder tu esencia. Bares y cafeterías de Barcelona, como Bar Bailèn o Three Marks, han demostrado que unas camisetas con su logotipo o un diseño especial se venden muy bien, refuerzan la comunidad y generan visibilidad local. Negocios pequeños también han utilizado ilustraciones de su equipo —o incluso del propietario— para crear lazos estrechos con la clientela, como en el Garden Market de Brooklyn. Si un bar puede convertirse en una marca con seguidores fieles, tú también puedes.

Con una buena idea, una producción cuidada (aunque sea pequeña) y un diseño que hable de ti, el merch se convierte en una extensión natural de tu marca. No necesitas ser una gran empresa: puedes empezar pequeño, local e incluso artesanal. Cuando tu comunidad lleve tu marca por el mundo, habrás logrado mucho más que vender un producto: habrás creado una conexión real con tu audiencia.

Consejo extra: no estampes solo el logotipo. Piensa en qué emociona, divierte o identifica a tu público. El buen merchandising no solo muestra la marca; conecta con la gente. Puede ser humor, un concepto visual potente o una frase que resuma tu esencia: el objetivo es que tus clientes se sientan orgullosos de lucir tu marca.

Y si necesitas ayuda para crear ese diseño que eleve tu proyecto y represente todo lo que eres como marca, ¡no dudes en contactarme!

Anterior
Anterior

¿Qué es el packaging y cómo puede ayudarte a aumentar tus ventas?

Siguiente
Siguiente

Branding: la clave para tu marca